HACIA UN MODELO DE MEJORA EN
LA RELACION ENTRE EL CONTRIBUYENTE Y EL ESTADO CON INCIDENCIA EN LA REDUCCIÓN
DE LOS COSTOS DE TRANSACCIÓN TRIBUTARIA
Por:
Oswaldo Villanueva Palomo
No
cabe duda que uno de los principales problemas que afrontan hoy en día las
administraciones tributarias son los elevados costos para el cumplimiento
tributario[1]
que los contribuyentes enfrentan en su relación con el Estado. Cabe traer a
colación que si bien se han iniciado desde fines del año pasado diversos
mecanismos para la reducción de dichos costos producto del nuevo paradigma
institucional, éstos se han centrado fundamentalmente en la reducción de tasas
impositivas en el impuesto a la renta y un mejor manejo de los sistemas
administrativos del IGV, entre otros, sin embargo, no se ha previsto –o cuanto
menos no se ve reflejado– una mejor facilitación en la relación “sujeto pasivo
del impuesto - Estado”, con lo cual sigue dando como resultados que muchos
contribuyentes ante lo engorroso que le son los trámites para llevar a cabo su
normal desenvolvimiento comercial, terminen renunciando y abandonando sus
proyectos de negocio o elijan continuar sin respectar dichos trámites que
generalmente son burocráticos. De hecho, muchos contribuyentes terminan
operando en el sector informal, originando distorsiones de mercado y
competencia desleal. Por citar un ejemplo, si un contribuyente que pertenece al
Régimen Simplificado, acostumbrado a pagar un solo importe según el nivel de
sus ingresos en la categoría que le corresponda y sin la obligación de llevar
contabilidad, desea cambiarse de régimen tributario dado que según la
normatividad vigente, sus nuevas actividades comerciales no le permiten estar
en el régimen en el que se encontraba, pasándose indefectiblemente al Régimen
General, ello le demandará un costo
adicional al pago de sus impuestos por el hecho que ahora, ante el
desconocimiento que tiene del sistema contable-tributario, tenga que contratar
los servicios de un profesional para que le lleve su contabilidad, le prepare sus
Estados Financieros y le presente sus declaraciones juradas del impuesto. A
todo ello se le suma la falta de moral, ética y conciencia tributaria de
nuestra sociedad como conductas contrarias al cumplimiento de las obligaciones
tributarias.
No
obstante ello, la Administración Tributaria acaba de implementar en nuevo
mecanismo de trato al contribuyente, se trata de la facilitación del
Cumplimiento a través de profesionales Sectoristas desde los Centros de
Servicios al Contribuyente –una especie de atención personalizada de acuerdo a
la necesidad del contribuyente que engloba las consultas a las áreas operativas
sobre casos diversos–, sin embargo, y a pesar de los denodados esfuerzos que se
ha hecho para revertir este tipo de situaciones tratando de mitigar los
elevados costos que genera el hecho de ser un contribuyente formal y tributar,
no se logra conjugar correctamente la facilitación de las herramientas
tributarias para el fortalecimiento de las obligaciones formales con el control
tributario (acciones operativas) que éste requiere.
En
ese orden de ideas, cabe formularse la siguiente interrogante ¿Son las medidas
recientes adoptadas con el nuevo cambio de paradigma de la Administración
Tributaria las más idóneas para mejorar la relación con el contribuyente y
usuario del comercio exterior que signifique una reducción significativa en el
corto o mediano plazo de los costos de transacción tributario?; o, ¿Podrá la
administración Tributaria mejorar a través de los profesionales sectoristas los
mecanismos de cumplimiento de las obligaciones tributarias que signifique a su
vez un cambio de actitud en la mejora de la Cultura Tributaria?
En
razón de ello, y alineado a la misión y visión de la Administración Tributaria,
este trabajo pretende demostrar de una manera sencilla y de fácil aplicación,
cómo dicha institución puede mejorar su relación con el contribuyente de tal
forma que les demande un menor sufragio (costo del tiempo y dinero) para el
cumplimiento adecuado, correcto y oportuno de sus obligaciones formales y
sustanciales, del mismo modo que la misma Administración Tributaria reduciría
sus costos operativos asumidos al preparar los insumos y herramientas que los
contribuyentes y usuarios del comercio exterior necesitarán para el
cumplimiento de sus obligaciones.
Sobre la Aplicación de
Estrategias
Las
estrategias tradicionales que se emplean muchas veces olvidan que sin la
existencia del ciudadano contribuyente no sería posible incrementar la recaudación
tributaria a través de las normas ya establecidas, puesto que son ellos sobre
quienes recae la carga tributaria por sus actividades económicas para encausar
los fines del Estado. Justamente en ese punto es donde el Estado debe
direccionar sus acciones para con el contribuyente, vale decir, emplear
mecanismos facilitadores y de control para que éstos cumplan con sus
obligaciones, disminuyendo los costos de transacciones tributarias, mejorando
la percepción que tiene frente al contribuyente, generando riesgo con
eficiencia, pero sobre todo, mejorando la calidad del servicio que se le
brinda. Pero ¿Qué entendemos por Calidad en el Servicio[2]?;
al respecto, J.M. Juran (2009) señala que la Calidad de Servicio es un concepto
que deriva de la propia definición de Calidad, entendida como “la satisfacción de las necesidades y
expectativas del cliente o como actitud de uso”. Entonces, por analogía se
colige que, para el caso del contribuyente, una buena calidad del servicio es
entendida como la forma en que ésta cubre sus necesidades de aprender y sus
expectativas sobre la tributación y el sistema tributario en conjunto, pero
sobre todo, sobre la forma en que éste ha sido atendido por el funcionario.
Gestionando la Calidad del
Servicio
Como
bien se mencionó anteriormente, a partir de este año ya se han implementado
algunos mecanismos de acercamiento al contribuyente a través de los
profesionales Sectoristas, los que tendrán la labor de atender de manera más
personalizada las inquietudes del contribuyente respecto de sus obligaciones
formales y sustanciales, entre otros. Pero esta idea de cambio y mejoramiento
no viene de ahora, de hecho ya la Administración Tributaria desde hace más de
diez años propuso ideas tan interesantes, como por ejemplo la que señala P. Barragán[3]
(2002): “La cultura del servicio al contribuyente es una línea estratégica de
trabajo desarrollada por la Administración Tributaria peruana, que le ha
permitido resolver el problema de cómo servir mejor a la sociedad, rompiendo
los viejos paradigmas de que es una mera aplicadora racional-legal de las
normas tributarias, hacia una concepción flexible, más dinámica y más creativa”,
sin embargo, la percepción del contribuyente sobre la labor de la
Administración no ´parece haber cambiado durante todo ese tiempo.
Por una propuesta viable
Toda
vez que, lo que propugna la Administración Tributaria peruana es ser una
entidad recaudadora de clase mundial, las exigencias para mejorar todos sus
procesos y mega procesos son cada vez mayores si el reto está trazado de esa
forma. En ese sentido, la propuesta de mejora engloba acciones dirigidas a mejorar
las relaciones con el contribuyente optimizando una adecuada atención, a la vez,
de revisar, simplificar y mejorar los trámites requeridos por éstos a fin de
ser más viable y óptima la gestión documentaria.
Es
importante tener en cuenta que la atención al contribuyente representa el
conjunto de actividades que realiza la administración tributaria para atender
las demandas de información, orientación y asistencia que éstos requieren para
el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, por tanto, es imprescindible
el cumplimiento de los siguientes objetivos:
Satisfacción de los contribuyentes, Orientación adecuada, y, un correcto
registro de sus datos en los sistemas informáticos de la Administración
Tributaria.
a)
Satisfacción
de los Contribuyentes
Éste
es uno de los principales objetivos de la atención al contribuyente, y ocurre
cuando la valoración del servicio de atención recibido por él, es igual o mayor
a la que esperaba obtener antes de ser atendido. Por lo tanto, está
directamente relacionada con la calidad del servicio. De esta forma, se
identifican tres tipos de brechas sobre las que la administración tributaria
debe trabajar de manera permanente para lograr su reducción y paulatina
eliminación:
·
Brecha 1: No
conocer lo que esperan los contribuyentes
No
se investiga ni se indaga acerca de lo que desean los contribuyentes; no se
conoce cómo quieren ser atendidos. Por ejemplo: No se presta atención a los reclamos
más recurrentes.
·
Brecha 2: No
elegir estándares correctos
Se
conoce lo que desean los contribuyentes, pero se selecciona un estándar de
servicio que no recoge lo que ellos esperan. Por ejemplo: Se desea atención sobre
expedientes de cobranza coactiva los días sábados pero sólo se brinda esa
información de lunes a viernes.
·
Brecha 3: No
brindar el servicio de atención de acuerdo con el estándar
Se
diseña el servicio según los estándares requeridos por los contribuyentes, pero
al brindarlo no se cumple con ellos. Por ejemplo: Se genera tiempo de espera de
atención mayor al planificado. (Se intenta cumplir con lo planificado, pero no
se logra el objetivo.)
b)
Orientación
adecuada sobre las obligaciones de los contribuyentes
La
administración tributaria debe ser consciente de que la mayor incidencia de errores
en las declaraciones juradas proviene del desconocimiento de los contribuyentes
sobre la información que deben proporcionar y la forma en que ella debe ser
registrada. Por ejemplo: formularios muy complicados de llenar, insuficientes
puntos de atención, orientación confusa, etcétera.
Por
eso, el servicio de atención debe estar diseñado para brindar toda la
información que requiere el contribuyente para cumplir con sus obligaciones
tributarias de manera sencilla y clara. Se le debe brindar orientación que le permita
absolver sus dudas. Además, las herramientas que se le proporcionen deben ser
útiles y fáciles de usar, para que pueda registrar sin problemas la información
en sus declaraciones juradas.
Todas
las mejoras que se puedan implementar en el servicio de atención deben ser consideradas
como una inversión, pues incidirán directamente en la calidad del servicio y, por
lo tanto, en la satisfacción del contribuyente.
c)
Registro
correcto de los datos de los contribuyentes
Para
la administración tributaria, el insumo más importante para brindar un adecuado
desempeño es la información que recibe de los contribuyentes. De ahí la importancia
de que el registro de los datos sea el correcto.
Por
lo general, el registro se introduce en un sistema informático que contempla
validaciones de la información que se ingresa, pero no permite detectar errores
de digitación ni identificar un dato no veraz.
Es
importante que el proceso de registro de los datos de identificación y
ubicación del contribuyente, se basen en información veraz que permita realizar
una certera determinación del impuesto.
CONCLUSIÓN
Es importante señalar que los cambios y mejoras
propuestas sean analizados desde la perspectiva del contribuyente, toda vez que
lo que se busca es mejorar la relación con éste y no ver tales mejoras sólo
desde la perspectiva de la Administración Tributaria, como ha venido sucediendo
hasta el presente. Recordemos que lo que muchas veces la Administración
Tributaria cree estar haciendo bien, no es bien visto o tomado por el
contribuyente, generándole una visión distinta de la realidad.
[1] Ramírez,
Marcel. Reduciendo los costos del cumplimiento tributario. Extraído el 14 de
junio de 2015 desde: http://marcelramirez.blogspot.com/2012/01/reduciendo-los-costos-de-cumplimiento.html
[2] ATECO
Consultores. ¿Qué es la Calidad de Servicio?. La mejora de la satisfacción del
cliente. Extraído el 14 de Julio de 2015 desde http://www.aiteco.com/que-es-la-calidad-de-servicio/
[3] P. Barragán Arque. La Cultura de Servicio
al Contribuyente Como Estrategia de Gestión. Extraído el 14 de Julio de 2015
desde: http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/administracion/v05_n9/avances_administracion.htm

PA QUE TIENES HIJOS SI LOS DEJAS ABANDONADO GORDO SOPLAPOLLAS
ResponderEliminarNO TENGAS HIJOS SI NO LOS VAS A CUIDAR
ResponderEliminarABANDONADOR DE HOGARES. IRRESPONSABLE
ResponderEliminarPOCO HOMBRE
ResponderEliminarMUCHA MATEMATICA POCA RESPONSABILIDAD
ResponderEliminarMARICON DE EPOCA
ResponderEliminarADICTO AL DICK
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