La Reflexión de Mateo
Por: Christian
Pacheco
El
reloj marca las seis de la mañana y empieza a sonar el despertador, es hora de
tomar el café y comer algo ligero mientras se escucha las noticias de la mañana
que narran los últimos escándalos de corrupción en el país. Mateo es consciente
que será una semana difícil, así que toma rápidamente una ducha y se viste para
poder abordar temprano el bus que lo llevará a su destino. El tráfico es un
problema agobiante en la ciudad.
Luego
de ese sufrido viaje de todos los días llega al
edificio ubicado en el centro de la ciudad que por coincidencia lleva su
nombre, ante lo cual no sabe si sentirse identificado o quizá avergonzado.
Afortunadamente llega a tiempo, pues es lunes y Mateo tiene agendada una
reunión con su supervisor para plantear el trabajo de la semana, el cual será
duro, ya que los niveles de recaudación han bajado en los últimos meses y las
metas exigidas por la Jefa de la institución son muy altas, hasta exageradas
piensa Mateo.
La
presión se siente en cada instrucción que da el supervisor, pues hay que buscar
el máximo beneficio para el fisco, sin embargo al mismo tiempo Mateo recuerda aquellas
clases en la universidad que le parecieron muy interesantes, hasta apasionantes
podría llegar a decir, en las cuales se hablaba de legalidad, no
confiscatoriedad, capacidad contributiva, derechos constitucionales, entre
otros. Todos aquellos conceptos que son parte de la doctrina y la legislación
tributaria lo sedujeron e influenciaron al momento de decidir el área de especialización,
pues fueron conceptos como estos los que lo hicieron soñar en el ideal del
profesional correcto. Recordaba con regocijo aquellas épocas universitarias de
pensamiento puro, sin embargo con cada palabra que salía de la boca del
supervisor, sentía que esos ideales se iban abortando, y que probablemente en
unos años se convertiría en el profesional que distaría mucho de la doctrina
pura y el buen criterio, pues hasta sentía terror al saber que en unos años
sería él quien de las instrucciones y acabe con los sueños de otro joven
profesional.
Mateo
sabe que en unas semanas tendrá la difícil tarea de comunicar el resultado de
su trabajo a su víctima – el contribuyente – mediante un escrito de muchas
hojas y palabras, entre las cuales destacan en mayúscula y resaltado el
término: NO ACREDITA. Lamenta mucho
que los años de estudio se pierdan en escritos que dicen citar correctamente la
Ley, pero que en el fondo sabe que no hace más que atentar groseramente contra
ella.
Las
consecuencias ya son conocidas, se iniciará un largo proceso judicial en el que
ambas partes invertirán tiempo y recursos en defender su posición, para que en
unos cinco, ocho, o quizá hasta diez años un Juez decida quien tiene la razón.
Durante dicho intervalo de tiempo, la víctima tendrá que lidiar con la
observación de los auditores financieros y la indiferencia de las instituciones
financieras, con quienes hasta hace un tiempo tenía una excelente relación para
los negocios. El principio de empresa en marcha no es tomado en cuenta en el
momento en que el verdugo arremete contra la víctima.
Mateo
piensa que lo más rescatable de su trabajo es la intención de incrementar las
arcas del fisco en beneficio del pueblo, sin embargo vienen a su mente las
noticias de aquel lunes por la mañana y se siente contrariado. Si bien hoy es
empleado del Estado, recuerda que de niño jamás se atendió en un hospital
estatal, gracias al seguro de su padre, quien trabajaba en una empresa privada;
nunca pisó una escuela pública, pues sus padres hicieron el mejor esfuerzo para
enviarlo a un colegio particular; postuló a la universidad pública en dos
ocasiones, pero antes los resultados adversos tuvo que optar por una
universidad particular, lo cual hizo que el esfuerzo de sus padres se duplicara.
Si bien hoy es empleado del Estado, por fortuna nunca padeció la mala atención
de los servicios básicos que su empleador proporciona al pueblo, ya que estos
siempre han sido muy malos debido a que los recursos nunca han sido suficientes
para las empresas públicas o que su mal uso por parte de los funcionarios y
autoridades siempre ha originado noticias como la de aquel lunes por la mañana,
las cuales denotan que el dinero del fisco escaseaba para los más pobres, pero
siempre cubrió las necesidades y ambiciones de los hombres de poder. ¿Vivía en
un país en que las leyes son letra muerta y la moral es una reliquia olvidada y
poco valorada?
Ya por
la tarde, después de haber culminado aquella tensa reunión, Mateo no puede
quitar aquella interrogante de su mente, sin embargo para poder resolverla
habría también que pensar en los hechos que habían ocurrido en los últimos
meses, tiempo en que estuvo tratando de determinar la mayor contingencia
posible a sus anteriores víctimas. Innumerables crímenes en la ciudad, huelgas
de gremios, protesta de anti - mineros y cocaleros, sicariato, redes de
narcotráfico, contrabando, actividad informal, y la amenaza siempre latente de
las ideas radicales, son el menú diario que dibujan la realidad actual. De
todos ellos Mateo tuvo especial atención sobre aquellos que empezaron a vivir
al margen de la ley más por necesidad que por propia convicción, ya que el
sistema legal - jurídico nunca le dio la oportunidad ni los incentivos para
formalizarse, recibiendo así la indiferencia y en algunos casos hasta el abuso
de las autoridades y sus respectivas instituciones. Sin embargo, pese a
aquellas adversidades, es fácil darse cuenta que este sector es el que genera
la mayor fuente de trabajo del país y el sustento de muchas familias, pero que pese
a ello se les llama “informales” y hasta son vistos de mala forma por cierto
sector de la población.
Entonces
– piensa Mateo - hay otras maneras de incrementar la recaudación sin usar la
ley en contra de quienes de forma voluntaria se rigen a ella, lo cual hace que
la formalización sea cada vez más desalentadora y poco ventajosa. Para ello,
era necesario que se den las condiciones y cambios necesarios para que de forma
voluntaria los informales dejen de ver a la ley como la principal traba para el
desarrollo de sus actividades, y empiecen a verla como el principal medio para obtener
seguridad económica, financiera y jurídica, para el desarrollo y sobre todo
para el crecimiento de sus actividades.
Sin
embargo, Mateo sabe que sería un trabajo muy difícil, el cual tomaría muchos
años, y que hoy en día la institución estatal para la cual trabaja sólo está
concentrada en incrementar la recaudación en el corto plazo para atender las
diferentes necesidades de la población, así como las aceitadas, faenones,
arreglos y tantos términos criollos que se escuchan por aquellos días, pues
para ello fue la reunión de la mañana en la que tanto su supervisor y Mateo
necesitan cumplir sus metas para poder seguir gozando de su estabilidad
laboral, mientras que gran parte de la población sigue viviendo en una sub –
economía, que no le garantiza ninguna seguridad jurídica, pero pese a ello,
dinamiza gran parte de la economía del país. Lamentablemente nadie piensa en el
largo plazo, ni su supervisor, ni la Jefa de la institución, y mucho menos su
gran empleador – el Estado - pues pareciera que este siempre ha vivido de
espaldas a la mayor parte de la población y que disfrutara de las condiciones
actuales, ya que esto le permite obtener ciertos beneficios controversiales a
los gobernantes que van de paso, pero que hasta ahora no tienen transcendencia
alguna.
Al término de la
tarde y ya de regreso a casa, Mateo se siente más contrariado aún, haber
querido resolver la interrogante inicial había puesto otras nuevas
interrogantes en su cabeza, que lo desmotivaban y lo hacían sentirse como un
eslabón en las cadenas que oprimen el cambio de mentalidad y la lamentable
realidad actual. No sabía si había tomado la decisión correcta al empezar a
trabajar en aquel edificio que por coincidencias de la vida lleva su nombre,
pues no se siente identificado con los fines que persigue la institución en la
que trabaja y hasta reniega del origen bíblico de su nombre, ya que en alusión
a este personaje, concluye que tanto él como su institución, actualmente se encuentran
muy distantes a la conversión salvadora.
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