EVASIÓN DEL IMPUESTO A LA RENTA EN LIMA
Por: Vilma Amanda Sánchez Tinco
Profesión: Contadora
Maestría: Política y Gestión Tributaria
La
evasión en la ciudad de Lima se identifica con la informalidad, que viene
aumentado debido a diferentes causas: El alto costo de formalización, Sistema
tributario complicado, poco control por parte de la Administración en
fiscalizar y sancionar a los evasores, permitiendo que este tipo de conducta se
torne normal, elevando el nivel de informalidad.
La
evasión del impuesto a la renta por parte de las personas naturales se
manifiesta mediante la no declaración de ingresos (ocultando sus ingresos) y
sub-declaración (solo declara sus ingresos menores) de lo que percibe
realmente. Debemos mencionar que en el caso de las personas Jurídicas, evaden
al dejar de registrar algunas operaciones como las ventas o/y
servicios, deducir gastos personales, subvaluar la mano de obra, etc.
Otra
forma de evasión es el uso indebido de regímenes especiales como el RUS, RER y
las exoneraciones tributarias.
Debido
que en la ciudad de Lima se concentra la mayor cantidad de actividades
económicas del país, la evasión se destaca por ser una excesiva carga
tributaria que representa.
La
escasa capacidad de la Administración Tributaria hace que la probabilidad del
evasor que sea descubierto y sancionado sea baja.
Es
importante señalar que debemos enfocarnos no solo en los informales sino,
también en las operaciones que realizan los contribuyentes de manera informal.
Lo informal se puede relacionar con aquellas actividades que no cumplan con la
normativa establecida en la ley, el nivel de informalidad aumenta cuando más
complicadas sean las normas laborales.
Un
amplio sector se queja argumentando que se comete evasión debido a que el
Estado no cumple con brindarles un servicio adecuado, pero al respecto no se
hace nada por cumplir con las obligaciones.
Lo
importante es cambiar de mentalidad, ser consecuentes con nuestras ideas, no
respetamos lo correcto, no somos responsables con nuestras obligaciones.
La
evasión es un comportamiento negativo, pensamos que evadiendo obtendremos con
rapidez nuestros objetivos. No vemos que si somos un país subdesarrollado es
porque nos sentimos así el límite es nuestro pensamiento hace falta tener
grandes objetivos, para avanzar y obtenerlo.
Debemos
romper el paradigma respecto a que la Administración Tributaria solo subsiste
para perseguir a los evasores.
Si analizamos cuánto gasta el Estado persiguiendo y combatiendo la
informalidad, deducimos que es un gasto en el cual podemos evitar ya que esta
en nosotros mismos concientizar nuestro deber como ciudadano. Sería mejor
pensar que invirtiera sus recursos en incentivar una educación y cultura
tributaria es el remedio para los grandes cambios.
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